Relatos

                            1. Es el día...

Es un día caluroso propio del verano. Los vecinos de Zorita se despiertan con los sonidos de la gaita y el tamboril apresurándose a vestirse con sus mejores galas. Las familias al completo salen de sus casas y con prisas llegan con tiempo al templo.

Al salir, el repicar de las campanas, el sonido de la gaita y el ruido de los cohetes en el cielo nos recuerdan que estamos de fiesta. Es ese momento mágico en el que a todos nos inunda la felicidad y en el que la mezcla del olor a campo, los comentarios de los paisanos, las mangas cortas de las camisas, los sudores en las frentes y la risa de los niños... me recuerdan que estoy otra vez de nuevo en mi pueblo.

Anónimo

                            2. Un buen día.

Todo empezó un miércoles, eran las 11 de la noche y mi mejor amigo me llamó para decirme que ese mismo viernes había una fiesta en el bar de un amigo. Yo había oído hablar de ese lugar, pero no lo conocía, así que acepté sin dudar, sentía muchísima curiosidad!!
Llegó el viernes y lo pasé a buscar, quedamos a las 7 de la tarde, nos entretuvimos un poco, pero finalmente llegamos a Zorita ¡sanos y salvos! La primera impresión no fue mala, gente, alcohol, música...El ambiente no era extraordinario, la fiesta prometía, pero la gente que prometió no acudió y...aun así la noche me sorprendió!!!en fin, todo hay que decirlo, la fiesta resultó ser una de las mejores de mi vida. Aquella noche conseguí algo que he perseguido intencionada o desintencionadamente a lo largo de los dos últimos años, y ahora que ha pasado un tiempo puedo decir que soy feliz, y debo mencionar que si lo soy es gracias a esa fiesta...

A. Alonso.

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