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Las salsas



Salsas     En los antojitos mexicanos, como en cualquiera de las grandes cocinas del mundo, el secreto está en la salsa. Los cuatro ingredientes clave para la elaboración de las salsas son: tomate verde o jitomate, chile serrano, cebolla y ajos. Con estos cuatro ingredientes se pueden preparar un gran número de salsas diferentes en función de: si se usa primero el jitomate, si los ingredientes van crudos, si se hierven, si se fríen, si se muelen o se pican, todos estos factores hacen que cambie el resultado final.




  • Salsa verde

    Ingredientes
    500 gramos de tomates verdes
    8 chiles serranos
    1/2 kilo de cebolla picada
    5 cucharadas de cilantro
    1 aguacate pelado y deshuesado
    Sal al gusto

    Modo de preparación
    Se ponen a cocer los tomates con los chiles y un poquito de agua, se dejan enfriar un poco y se licuan con el resto de los ingredientes.

  • Salsa roja

    Ingredientes
    500 gramos de tomates verdes
    12 chiles guajillos
    1 diente de ajo
    Sal al gusto

    Modo de preparación
    Se cuecen los tomates, chiles, ajo y sal. Se deja enfriar un poco y se licua.

  • Salsa borracha

    Ingredientes
    10 tomates verdes cocidos
    6 chiles pasilla asados, desvenados y remojados en agua caliente
    2 dientes de ajo
    2 cucharadas de aceite
    1 cucharada de vinagre
    1/2 taza de pulque
    1 cucharadita de sal
    3 hojas de laurel
    100 gramos de queso añejo desmenuzado

    Modo de preparación
    Se muelen los tomates junto con los chiles pasilla, ajos, aceite, vinagre, pulque, laurel y sal. Se vierte en una salsera, se le añade el queso y se mezcla.

  • Guacamole

    Ingredientes
    2 aguacates maduros
    1/2 tomate para ensalada maduro
    1 trozo pequeño de cebolla
    2 dientes de ajo
    Una pizca de sal
    Un poco de aceite
    4 chiles serranos
    Unas gotas de zumo de limón
    5 cucharadas de cilantro

    Modo de preparación
    Se cortan los ingredientes en trocitos muy pequeños. Se junta todo y se machaca bien en el mortero, hasta que quede a nuestro gusto. Para evitar que el guacamole al contacto con el aire se oscurezca, se utiliza el zumo del limón. Y otro método que da buen resultado es dejar el hueso del aguacate dentro del recipiente donde tenemos la salsa.



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