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Tercera parte, un cruceropor las Islas Griegas, nos
recogen a media mañana y nos trasladan al puerto del Pireo, donde embarcamos
en el MTS TRITON, de la compañía de EPIROTIKI, con 440 cabinas, después de
recorrer el barco salimos a cubierta para ver la salida del muelle, y
alejarnos de Atenas. Durante estos últimos días teníamos todas las comidas en
el barco, aperitivos a media mañana y meriendas por la tarde, unos días de
auténtico relax, menos cuando desembarcábamos para hacer alguna escala en
puntos de interés, los desembarcos eran un poco ajetreados, pues en algunos
puertos el barco no podía anclar por lo que se hacia en grupos en botes. Las
excursiones eran opcionales y no estaban incluidas en el precio del viaje, las
hicimos todas porque teníamos ganas de pisar tierra firme de vez en cuando, la
primera Mikonos preciosa isla turística con sus playas de fina arena y sus
casas en blanco y azul turquesa caben destacar sus molinos que se divisan a
la llegada por el mar, te puedes tomar un refresco en una de las muchas
cafeterías viendocomo se esconde el sol por el horizonte. La siguiente
parada en la isla de Santorini, visitando las excavaciones de Akrotiri.
Otra visita fue en Creta, esta es la más grande de las
islas griegas, cada piedra es un recuerdo y cada rincón una gloriosa página de
su historia escondida sobre todo por ser cuna de la cultura Minoica, creadora
de la leyenda del Minotauro, nuestro tour fue a las ruinas de Heraclion
visitando el templo de Knossos donde se encuentra la primera calzada que se
conoce y el primer trono que datan entre el 2.000 al 1.400 a.c.
Otro punto de escala fue en la isla de Rodas,
desembarcamos en Lindos lugar construido en la época de los cruzados,
visitamos en lo alto de una colina sus famosas ruinas, el paseo duro unas dos
horas y la bajada la hicimos enburro, típicos en esta isla por la que parece
haberse detenido el tiempo. Por la tarde nos tomamos un baño en su esplendida
playa y visita del centro restaurado de la ciudad.
Continuando el crucero la siguiente parada fue en la isla
de Patmos, visita del monasterio de San Juan y recorrido por sus calles mas
céntricas antes de volver a la rutina del barco.
La última escala de nuestro crucero fue en Turquíaen
concreto Kusadasi, a donde llegan todos los charters y
cruceros, por tanto muy turística, debe su nombre a una pequeña isla (ahora
comunicada por tierra por un puente) llamada Guvercin Adasi (Isla de la
Paloma), fácilmente reconocible por su fortaleza de piedra. Tras los
trámites aduaneros nos llevaron a ver las ruinas de Efeso,
la historia como la de todas las grandes ciudades, se
cuenta por guerras y conquistas, la dominaron: jonicos, griegos, doricos,
persas, Alejandro Magno, romanos, etc., su templo de Diana se contaba entre
las Siete Maravillas del Mundo, aquí escribió San Pablo, su epístola a los
efesios. Por sus calles de mármol,
pasearon
los
hombres que prácticamente inventaron la arquitectura, la filosofía, las
matemáticas y la ciencia. Hoy en día se puede disfrutar de muchos de sus
espléndidos edificios, el más famoso sin duda es la Biblioteca de Celso,
restaurada con gran detalle, el templo de Adriano de estilo corintio, los
baños que eran el centro de diversiones, de la vida social y negocios, por lo
que se encontraba en la Vía Sagrada, también llamada Vía de mármol;
también de mármol es la calle más importante de Efeso,
la Vía Arcadia en cuyo extremo Este se encuentra el Gran Teatro, que aun se
utiliza como marco de muchas representaciones, con una capacidad de 25.000
espectadores. Regreso albarco para desembarcar finalmente en el puerto
de Atenas, donde pasamos nuestra última noche, sin tiempo para las compras
pero sí para una buena cena en el barrio de la Plaka, al día siguiente nos
trasladaron al aeropuerto para regresar a
BCN y finalizar así nuestras
ansiadas vacaciones, el aeropuerto ya estaba más tranquilo, últimos turistas y
atletas que regresaban a casa.
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