Textos de Jorge Barbosa
ACAYUCAN

Aunque es considerado un lugar de paso, bien puede valer la pena quedarse un buen rato o incluso tomarlo como punto central para varias salidas hacia diversos sitios, entre ellos Coatzacoalcos, La Venta (Tabasco), San Lorenzo, Rancho Azuzul entre otros.

Se encuentra en la porción oriental del estado de Veracruz y posee un clima cálido casi durante todo el año. Se localiza a dos horas de Catemaco y una de Coatzacoalcos. Los domingos el tradicional mercado lleva consigo a gente de los poblados vecinos y se pueden encontrar productos que solo verían en los lugares cercanos entre semana. Por ejemplo, la Chinameca que consiste en una carne de res enchilada y puesta a secar para después ahumarla. Este alimento es muy común en la vecina Soconusco. Otro placer es la bebida llamada Popo o Chumpipa que no es más que cacao con arroz, canela y Chupipi (Una planta con fruto verde de la región) todo esto es una maravilla en el centro de Acayucan.

Pues bien, lo que me condujo aquí es el transbordo hacia Texistepec, una cabecera municipal ya muy cerca de uno de los más importantes centro ceremoniales Olmecas – San Lorenzo – La única manera de llegar allá es en auto o en camión de segunda, estos salen junto a la terminal de primera.

La entrada de Texistepec esta dominada por una fabrica de químicos que como es de suponer debe contaminar demasiado y después de este complejo verán un lindo basurero sin bardas y que seguramente crece constantemente. Una vez en Texistepec deben tomar un taxi colectivo hacia Tenochtitlan, para ello deberán esperar un rato mientras se llena el auto (al menos que paguen un viaje especial).

TENOCHTITLAN

A solo 3 kilómetros de la zona arqueológica de San Lorenzo cuenta con un museo comunitario y cuenta con la particularidad de tener la Cabeza número 10 de San Lorenzo. Esto lo convierte en uno de los pocos museos comunitarios con una pieza original de esta índole junto con Tres Zapotes y Santiago Tuxtla en la misma entidad.

Si desean ver en foto esta cabeza vean también toda nuestra colección de Cabezas Colosales.

En este museo pueden ver más piezas talladas en piedra como lo es el monstruo de la tierra que se halla relacionado con la creación del mundo en la cosmovisión Olmeca, una esfera perfectamente cincelada mostrando su autor una gran destreza y facilidad para trabajar en piedra, aunque no es grande el museo posee una valiosa expresión de las primeras civilizaciones de Mesoamérica.

Dentro de la población pueden comer camarones frescos del río – Pequeño Coatzacoalcos – que generalmente se sirven a medio día, después ya no hay. Antes de consumir cerciórense que no halla veda, ello puede romper el equilibrio en su ciclo de reproducción y los podría llevar a la extinción.

Tan solo en los alrededores de Tenochtitlan se encuentran otros dos museos comunitarios que poseen piezas Olmecas, el más cercano es el rancho Azuzul y el otro es Potrero nuevo, los dos son accesibles mediante camiones de segunda o taxis colectivos que tardan aproximadamente media hora en pasar.

El sitio de San Lorenzo no se encuentra abierto al público, a pesar de ello bien vale la pena conocer las piezas que son exhibidas en los alrededores. La directora del proyecto San Lorenzo es Ann Ceyfer que trabaja en tiempo de seca facilitándose así su trabajo.

RANCHO AZUZUL.

A unos cuantos kilómetros de Tenochtitlan se halla este lugar, el museo comunitario posee 5 piezas de la cultura Olmeca, cuatro de ellas en casi perfecto estado de conservación y otra que esta decapitada al parecer por los mismos Olmecas por razones desconocidas, cabe mencionar que esta ultima pieza pareciera representar una relación sexual entre humanos. Las tres primeras piezas fueron halladas por el señor Ignacio Vasconcelos cuando trabajaba en el campo sembrando césped. Al hallar una esquina de estas piezas y tratar de sacarla inmediatamente surgieron otras dos.

Desde ese momento la vida del señor Vasconcelos cambio, ahora es el resguardo de las piezas y se encuentra muy satisfecho de ello. Según él no había camino a la comunidad, a partir de su casual descubrimiento se ha construido ya la comunicación entre Azuzul y Tenochtitlan.

Estas piezas fueron halladas el 8 de enero de 1988 y desde entonces el INAH no ha puesto más que un cuarto con techo de lamina para proteger las piezas, espero pronto cambien las cosas aunque no creo que se den.

 
 
 
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