Declarada
patrimonio cultural de la humanidad, sumándose a Uxmal,
Palenque, Zacatecas,
Guanajuato, Puebla, la
ciudad de México (realmente sí
lo merece) y algunos otros en el país. Es una de las ciudades más
coloniales de México, siendo su centro histórico
lo más representativo del lugar. Como en todas las ciudades coloniales
la cultura es fomentada en cualquier época del año; una muestra
de ello son sus múltiples museos, teatros y eventos al aire libre.
Una de las construcciones que vale la pena visitar es, como siempre, el palacio municipal; en el se pueden observar los murales con que está decorado así como la arquitectura del edificio. Existen otros edificios oficiales que también vale la pena conocer principalmente por su valor como estilo arquitectónico.
El
acueducto que esta en las afueras de la ciudad fue realizado entre
1726 y 1738. Su arquería mide 1,280 metros de longitud y esta compuesta
por 74 arcos de cantera cuya altura máxima es de 23 metros. Este
acueducto dotaba de agua a la ciudad y fue construido a iniciativa del
Marqués de la Villa del Villar.
El
museo regional de Querétaro enclavado en un ex convento
Franciscano del siglo XVI cuenta con la colección más importante
a nivel estatal de piezas prehispánicas, además posee una
pinacoteca virreinal la cual cierran a falta de empleados (mucho nos importaba).
El convento de la Santa Cruz fue construido
en el cerro en donde se llevó a cabo la batalla en que los españoles
derrotaron a los Chichimecas. De aquí salieron los evangelizadores
a las Californias, en este convento también se encuentra un singular
árbol que da espinas en forma de cruz. Los fanáticos le asignan
un origen divino, sin embargo, debemos estudiar lo que hace la selección
natural y la que provoca el hombre, así encontraremos que adoramos
lo mismo que creamos sin darnos cuenta, es decir, si no hubiéramos
convertido a la cruz en un icono religioso, el árbol en cuestión
pasaría inadvertido.
Ubicado en el municipio de Corregidora del estado de Querétaro y prácticamente ha sido comida por la mancha urbana que representa la capital del estado. A pesar de ello se respira todavía un aire de tranquilidad.
Para llegar ahí pueden tomar un camión desde la Alameda en la ciudad de Querétaro o bien tomar la carretera federal a Celaya. No han terminado de salir cuando ya llegaron y las visitas obligadas son:
Sitio
Arqueológico de “El Cerrito”: Consiste en un basamento de
30 metros de altura y 130 metros de base aproximadamente y actualmente
se halla cubierto por la vegetación (el deshierbe de monumentos
debe darse mínimo cada seis meses) y en su cima se encuentra una
casa habitación que en la época de las haciendas funciono
como casa del dueño y que por razones de inaccesibilidad de los
servicios fue abandonada sin que la hacienda dejará de funcionar.
El basamento corresponde al clásico Mesoamericano, es decir, pertenece al primer milenio de nuestra era. Aunque se desconoce que grupo la construyó, se ha identificado cierta filiación con el grupo de Chupícuaro (Guanajuato) debido a la evidencia arqueológica.
En el museo regional de Querétaro se pueden apreciar algunos ejemplos de piezas talladas en piedra de este lugar que han sido descubiertas en las exploraciones llevadas a cabo por Ana María Crespo. Al menos durante 1999 el sitio no esta abierto al público, sin embargo, se puede apreciar perfectamente el basamento y tomat muy buenas fotografías.
También pueden visitar el santuario de la Virgen que posee un
estilo barroco erigido por orden de los Franciscanos y cerca de
ahí se halla otro de origen Alemán – Schoenstatt –
dentro del ejido Olvera. Si desean presenciar las fiestas patronales
corresponden del 4 al 22 de febrero, asimismo del 25 de abril al 10 de
mayo a la virgen.