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ATALAYA |
DR JOSE LEÓN
DÍAZ
EL SIDA EN LOS DEPORTES
Desde 1989 la Organización
Mundial de la Salud(OMS), junto con la Federación
Internacional de Medicina del Deporte (FIMD) y la Sociedad
Médica Americana de Medicina Deportiva han producido
documentos, fijando posición acerca de innumerables
aspectos que hay que tener en cuenta, cuando se maneja
esta enfermedad, que ha pasado a ser el mal de los últimos
tiempos y al respecto han intentado guiar en primer lugar
la relación del HIV – deporte: medidas preventivas para la
practica deportiva que minimice el riesgo de trasmisión,
desarrollar iniciativas educacionales entre atletas y
dirigentes a fin de impartirles conocimientos acerca de la
infección, trasmisión y prevención y por ultimo dar
lineamientos acerca del cuidado, que hay que tener con los
atletas infectados con HIV.
DEFINICIÓN
El Sida es una enfermedad
que deprime el sistema inmunológico, durante un periodo
muy largo de tiempo y puede ser asociado con
sintomatología clínica, presentando un amplio espectro,
pudiendo ser considerado con tres estadíos claramente
definidos, de los cuales el sida como tal representa el
estadío final.
La infección inicial es a
menudo no detectada y usualmente se toma de 4 a 12
semanas, para que la persona se transforme en HIV
Positivo. La primera fase de la enfermedad, puede llegar
hasta 10 o 15 años y ser asintomático.
El 50% de los pacientes
infectados desarrollan sida, durante los primeros 8 años
de infección y durante este tiempo son capaces de
transmitir el virus, a otras personas.
Una vez que los individuos
comienzan a tener síntomas tales como sudoración nocturna,
perdida de peso importante, herpes zoster, nódulos
linfáticos agrandados, diarrea crónica, fiebre
inexplicable e infecciones del tracto respiratorio
recurrentes, se encuentran en el segundo estadio de la
enfermedad, a menudo conocido como una fase sintomática
pre-sida,
cuando la inmunidad se ve seriamente comprometida y
comienzan a aparecer infecciones como neumonías,
meningitis, toxoplasmosis o encefalitis por herpes zoster,
es cuando el individuo se le diagnostica el SIDA, como
tal.
EPIDEMIOLOGIA
De acuerdo con la OMS, un
estimado de 2 millones de personas alrededor del mundo han
desarrollado SIDA y según las proyecciones que se tienen
para este año, hay de 30 a 40 millones de personas
infectadas con el virus HIV.
Transmisión del hiv en el
DEPORTE
Este es transmitido por
contacto sexual, exposición intravenosa a sangre o
compuestos de ella(transfusiones), exposiciones de heridas
abiertas o mucosas a sangre infectada y en el momento del
parto de la madre al feto o al niño.
El virus puede estar
presente en una gran variedad de fluidos
orgánicos(lagrimas, orina, esputo, saliva, vomito o micro
gotas del tracto respiratorio), sin embargo solo la
sangre tiene la posibilidad de transmitirla atléticamente.
Todavía no existen
evidencias científicas bien sustentadas, acerca de la
transmisión del HIV durante la práctica deportiva, sin
embargo la posibilidad teórica cierta, de poder
transmitirse el HIV en situaciones deportivas es muy alta
en cuanto a la exposición a la sangre infectada, con
heridas abiertas.
Sobre todo en
participaciones de deportes donde la sangre es frecuente,
como el boxeo, lucha y tae kwon do, en juegos como
basketball, Hockey, judo, fútbol y handball hay un
moderado riesgo y el mas bajo riesgo se encuentran en
deporte de poco contacto fisico como beisbol, gimnasia y
tennis.
Se reconoce entonces que
deportes de contacto y colisión frecuente, tienen un mas
alto riesgo de exposición frecuente a la sangre que otros
deportes. La competencia en esas condiciones, tiene
especial riesgo y en especial cuando existen jugadores en
la cancha infectados con HIV, sin embargo es el mayor
riesgo para cualquier atleta contraerlo por contacto
sexual o por abuso de drogas intravenosas.
EL ATLETA INFECTADO CON HIV
Los médicos que practican
la medicina deportiva, deben estar en conocimiento acerca
de las consideraciones del manejo de estos atletas. Dado
lo extendido de la infección, debe ser diagnosticado con
mucha certeza en todos los atletas, tener la conciencia
que es un problema extremadamente serio de salud y debe
ser reconocido como una enfermedad crónica y las
características muy especiales de su evolución permite a
un atleta infectado, poder competir con mucho éxito
durante mucho tiempo, antes de presentar sintomatología
que le afecte su productividad.
Sin embargo, hay en curso
una serie de estudios hacer del efecto del ejercicio muy
intenso en el atleta infectado, ya que como lo hemos dicho
en otras columnas este tipo de ejercicio deprime el
sistema inmune en individuos saludables y en atletas que
no son HIV positivo.
Esta decisión de recomendar
al atleta que continué compitiendo, debe ser tomada
cuidadosamente y debe comprometer tanto al atleta como al
medico personal del atleta y al medico del deporte. Hay
una serie de variables que deben ser tomadas en cuenta,
para tomarla como son:
1-
El estado actual de salud
del atleta y el estadio de la infección del HIV.
2-
La naturaleza e intensidad
de los entrenamientos.
3-
La contribución potencial
del estrés producido por la competencia en el atleta.
4-
El riesgo potencial de
transmisión del HIV.
Oficialmente de acuerdo a
la información médica y epidemiológica, la presencia de
HIV solamente, no es suficiente para prohibir la
competencia deportiva.
EJERCICIO Y LOS INDIVIDUOS
SEDENTARIOS CON HIV
No hay datos disponibles
acerca del entrenamiento con ejercicio en individuos
infectados con HIV y que sean sintomáticos, sin embargo,
algunos estudios parecen indicar que niveles moderados de
actividad física supervisada es seguro a través de todo el
curso de la enfermedad, de cualquier manera es importante
tener precaución en este aspectos por los momentos.
Efectos de larga duración
del ejercicio intenso en personas con enfermedad crónica
no está todavía claro, es así como aquellos pacientes
infectados con HIV con su sistema inmune suprimido y que
pueda ser soportado por cualquiera de los exámenes de
laboratorio, por el momento se aconseja no ejercitarse
intensamente. Sin embargo un programa de entrenamiento de
ejercicio moderado puede mejorar la salud mental y el
bienestar evitando una disminución mayor en el sistema
inmune en individuos infectados por HIV. En efecto el
ejercicio parece ofrecer una ayuda terapéutica adicional,
que puede jugar un papel importante en el manejo de la
enfermedad HIV.
Cada persona infectado con
HIV, debe someterse a un examen físico completo y una
evaluación de esfuerzo para valorar su aptitud física
real, antes de someterse a cualquier programa de actividad
física. Los programas de entrenamiento de ejercicio deben
ser adecuados y confeccionados por especialistas en el
área y siempre es recomendable que los individuos
infectados con el HIV, cuando comiencen este programa
estén en buenas condiciones generales y siempre
realizarlos con una intensidad máxima de ejercicio
moderado ya que se ha comprado trae efectos benéficos en
el curso de toda la enfermedad.
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