El
Escultismo paraguayo nació el 5 de octubre de 1913, es decir cinco
años después de creación en Inglaterra. Por consiguiente, el
Paraguay fue el tercer país de América Latina que tuvo su ASOCIACIÓN
DE BOY SCOUTS, después de Chile (1909) y Argentina (1912).
El acta de
fundación fue redactada con admirable elevación de Principios, ideas
puras y respeto a las normas del fundador, Baden Powell, quien fue
aclamado en ese documento como Presidente Honorario de la naciente
Asociación. La suscribieron: Don Zacarías Battilana, Don José
Rodríguez Alcalá, Dr. Viriato Díaz Pérez, Dr. Enrrique L. Pinho y
otras destacadas personalidades de la época.
Desde entonces se
llevaron a cabo incesantes actividades, con entusiasmo y dedicación,
pero una serie de factores, entre ellos, la Guerra del Chaco,
debilitaron en tal forma al escultismo, que casi llegó desaparecer.
Para entonces, había surgido otro movimiento, llamado el de los
“Exploradores de Don Bosco”, a instancias del Reverendo Padre
Ernesto Pérez Acosta, el recordado “Pa’i Pérez”. Ninguna de estas
asociaciones llegó a contar con el reconocimiento del fundador o de
la Oficina Mundial, Durante la guerra del Chaco, los scouts de una y
otra Asociación -como era de esperarse- cumplieron tareas de
servicios de retaguardia, encargados de conducir correspondencias,
encomiendas y mensajes hacia las líneas del frente.
El movimiento
llegó nuevamente a resurgir después de la Guerra, en el año 1938,
con el nombre de FEDERACIÓN PARAGUAYA DE SCOUTISMO, resultante de la
fusión de los Exploradores de Don Bosco con la Antigua Asociación de
Boy Scout del Paraguay, cuyos líderes, El Padre Ernesto Pérez y el
Dr. Enrique L. Pinho, fueron convocados a tal efecto por el Ministro
de Guerra y Marina de aquel entonces. Esta institución tuvo mucha
gravitación, aunque en cierta medida, sin la aplicación práctica del
sistema educativo scout. Factores impropicios la extinguieron la
extinguieron, antes de haber sido reconocida por la Oficina Mundial.
Pero unos pocos
dirigentes mantenían viva la llama del Movimiento y desde 1948
empezaron a reunir esfuerzos para el renacimiento del Escultismo en
el Paraguay. Varios de ellos participaron de cursos de
adiestramiento y eventos internacionales. Difícil fue la tarea del
resurgimiento. Las pocas dificultades fueron salvadas con el
denodado esfuerzo, estimulado por el optimismo y la esperanza, todo
lo cual se tradujo en el éxito, en fecha 7 de noviembre de 1960, con
la fundación de la ASOCIACIÓN DE SCOUTS DEL PARAGUAY, con
declaración de principios y estatutos totalmente consonantes con el
ideal scout.
Seis Grupos fueron
los fundadores entre los cuales citamos a “Capitán Figari”, “Nanawua”,
“Colegio Nacional de la Capital”, “San José” y otros casi todos
extinguidos.
El Gobierno
nacional otorgó la Personería Jurídica de la Asociación, por Decreto
del Poder Ejecutivo Nº 18.159, del 12 de setiembre de 1961. La
Conferencia Mundial Scout le dio reconocimiento el 10 de marzo de
1962.
Por Decreto Ley Nº 8.144 del 20 de noviembre de 1964,
se declara a la Asociación de Scouts del Paraguay, entidad rectora
del escultismo en el país, y se le concede el uso exclusivo de sus
insignias, reglamentos, términos “scouts” y “escultismo”, no
pudiendo existir grupos scouts que no estén registrados y
autorizados por la Asociación. Dispone igualmente que las
autoridades nacionales, militares, comunales y educacionales deben
cooperar con la A.S.P. para el buen cumplimiento de sus fines.
Finalmente, por Decreto del 30 de Octubre de 1982, se confirió a la
A.S.P. la Condecoración: “MEDALLA DEL RECONOCIMIENTO PARAGUAYO”, por
importantes servicios prestados a la Nación durante al Guerra del
Chaco.
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