Su uso en espondilitis suele limitarse a
aquellas personas que, tras ser tratadas normalmente con
antiinflamatorios no esteroideos o incluso haber
añadido sulfasalacina, siguen presentando inflamación importante, sobre todo en las
articulaciones periféricas.
Es un fármaco cuyo nombre impone respeto, pues pertenece al grupo de los citostáticos, que se emplean como quimioterapia
en algunos tipos de tumores. Sin embargo, tanto en espondilitis anquilosante como en
artritis reumatoide se emplean a dosis bajas y una vez a la semana, con lo cual sus efectos secundarios y
reacciones adversas no llegan a ser las que aparecen en los tratamientos quimioterápicos intensos. Su administración se
relaciona pues, en la espondilitis anquilosante, con la afectación de articulaciones lejos de la columna vertebral.
Este fármaco interfiere en los procesos que lleva a cabo el ácido fólico, actuando sobre la proliferación celular,
en este caso de células pro-inflamatorias.
Una de sus principales características es
que el metotrexate es un fármaco "modificador" de la enfermedad, al igual que ocurría con la
sulfasalacina. Esto no quiere
decir que cure la enfermedad, pero sí mejora las perspectivas, pues disminuye el daño
articular de la inflamación en aquellas personas cuya enfermedad
sea más "rebelde" a otros tratamientos, a los que se sumará.
Requiere un control por parte del médico
con analíticas cada 1-2 meses pues con frecuencia se produce elevación
de las enzimas hepáticas, que fácilmente nos corregirán cambiando
la dosis o pasando a la terapéutica vía parenteral.
El metotrexate es un fármaco potente que actúa a distinto nivel que los antiinflamatorios
y puede traer consigo efectos secundarios molestos, destacando los hematológicos
y gastrointestinales (vómitos, náuseas, diarrea, pequeñas úlceras en la boca, etc.). Puede darse de
vía oral (semanalmente), o vía parenteral cuando se desea evitar los efectos
adversos. gastrointestinales. Además es necesario que la persona se conciencia,
pues su administración semanal debe ser el mismo día, acompañándose al
día siguiente con la administración de Ácido Fólico o Folínico(24 horas posteriores), que reduce los
efectos secundarios.
Durante su administración usted no debe ingerir alcohol pues podrían
producirse problemas hepáticos.