El pueblo de Xpuhil es el centro de salida para conocer las principales zonas arqueológicas del estado. Una comunidad con tan solo 3 hoteles y uno de ellos es carisimo, destinado a los riquillos, los otros dos cuentan afortunadamente con un baño común y resultan mucho más accesibles, la mejor manera de conocer las zonas del lugar es por medio de la contratación de algún lugareño que guíe la visita y si no se tiene auto la renta de un taxi. Itzamná siempre esta con nosotros y nos mando al mejor del lugar (mejor no como guía pero si el más patán siendo evidente la similitud con nosotros). Wilbert que es su nombre se comprometió con nosotros a llevarnos a todos los lugares visitables de por ahí.
El primer día visitamos la conocida ruta Río Bec, denominada así por el estilo arquitectónico de la zona del mismo nombre (la cual no pudimos conocer) y que prevalece en las demás del lugar. Las esquinas de los edificios se encuentran redondeadas, poseen nichos en forma de cruz, tienen en su mayoría dos torres denominadas templos falsos, como su nombre lo indica solo aparentan ser templos, sin embargo, no pueden ser accesadas por el visitante.
Primero
visitamos Chicanna que en la entrada tiene un templo con relieves en las
escaleras, representación de Kinich Ahau (Dios solar,
hijo de Itzamná), de una altura de no más de
10 metros, con sus características esquinas redondeadas y con la
nariz de Chac (Dios de la lluvia) hacia abajo, esto es señal de
agradecimiento; ha llovido, gracias al Dios de la lluvia. (Cuando encuentren
la nariz de Chac hacia arriba simboliza la petición de lluvia).
Un poco después en la misma zona encontramos un edificio alargado con dos templos falsos y exactamente frente a este la entrada al inframundo, Una estructura alargada de poca altura con un alto trabajo en los altorrelieves, una copia la encuentran en el museo de antropología de la ciudad de México.
La entrada al inframundo en la cosmovisión maya simboliza la visita a Ah puh, soberano de esta etapa en el sinuoso camino a la parte más alta de la ceiba, el árbol de la vida.
La
segunda visita fue a Becán una ciudad fortificada
mediante canales artificiales de agua, que a su vez proveía del
vital líquido a la población y a las comunidades dependientes
mediante desviaciones intencionales en el riego del agua. Como todas las
zonas Rio Bec tuvó un florecimiento en el clásico
maya, en este período comprendido entre 300 y 900 de nuestra era,
se puede decir que se encuentra un mayor florecimiento de ciudades y un
incremento de la población. al final de este, según las estelas,
los conflictos entre ciudades estado se volvio incontrolable, provocando
así una reestructuración del sistema social y el abandono
de muchas ciudades como Palenque o Yaxchilan.
Es
en esta zona donde el Dr. Roman Piña Chan
celebre investigador mexicano sufrió el accidente que provocara
su retiro de la arqueología, un monolito al caerle en la espina
lo dejaría paralítico. Becán es la más
grande de la zona Rio Bec, posee juego de pelota lo cual
implica la importancia del sitio, una cosa que nos sorprendió del
estado es el aprovechamiento del agua por la flora ya que las lluvias son
escasas, sin embargo, la vegetación es abundante, así como
puedes ver en la foto de arriba.
La
tercera zona es la que da nombre a la comunidad Xpuhil, la
más pequeña de las tres y sin embargo importante, debido
a la peculiaridad de no tener dos templos falsos en una sola estructura,
pero si tres y es el ejemplo mejor conservado de este estilo arquitectónico
en el mundo maya. Esta zona solo posee tres edificios; buenos ejemplos
del estilo Río Bec. Que de manera más que indescriptible
dibujan el paisaje del hotel donde nos hospedamos.