LISBOA
Lisboa es una de las capitales europeas más pequeñas, pero a la
vez tiene muchas cosas que ver. Salpicada de tortuosas colinas, combina
la energía de un activo puerto con la elegancia marchita de antigua
capital de un imperio colonial.
Lisboa es la capital de Portugal y una ciudad de ensueño. Sus museos,
sus monumentos de gran interés y sus paseos son algunos de los
atractivos turísticos.
Lisboa dispone de
una variada oferta cultural y turística, en una mezcla de modernidad
y antigüedad fascinante. En la capital se puede disfrutar de un
paseo en barco por el Tajo y el tranvía recorre las zonas antiguas de la
ciudad.
Voy
a comenzar por el Rossio, también llamado Plaza de Pedro IV por
una estatua de él que se colocó en el centro de la plaza en el siglo XIX,
y en cuyos dos lados hay dos fuentes barrocas donde los floristas montan
sus puestos. Muy cerca está otra plaza también muy animada: la Praça de
Figueira, también con una estatua, en este caso ecuestre de Juan I y
desde donde se divisan las murallas del castillo de San Jorge. Desde
aquí se accede a la Iglesia de Sao Domingos de estilo barroco.
Al norte del Rossio,
por su parte, está la Praça dos Restauradores, lugar de unión de
la ciudad baja con la moderna. La plaza la flanquean el edificio de
Correos, el Hotel Avenida Palace y el hermosísimo Palacio de Foz del
siglo XVIII, actual sede de la Oficina de Turismo y cuyos salones
albergan multitud de pinturas.
La plaza del
Comercio (Praça
do Comércio),
con vistas al mar, es la más bella de la ciudad y destaca por los
palacios que ocupan tres de sus lados y por el arco del Triunfo que se
erige en el lado norte. Cercana a esta está la plaza está ubicado el
Ayuntamiento , un edificio del siglo XIX en el que se exponen
pinturas de Columbano. Es impresionante verlo, si no supiera que era
ayuntamiento, pensaría que es un museo de arte antiguo.
Partiendo de la
plaza del Comercio en dirección opuesta al río, nos adentraremos por las
calles de la Baixa, barrio reconstruido enteramente tras el
terremoto y uno de los primeros ejemplos europeos de la moderna
planificación urbana con calles en cuadrícula. En esta animada zona
comercial podemos observar numerosas fachadas cubiertas de azulejos,
elemento característico de la arquitectura portuguesa. Aquí en esta zona
destaca el Elevador de Santa Justa construido hace un siglo por
un discípulo de Eiffel, une la ciudad baja con el Chiado y el Bairro
Alto.
Se
debe hablar de la Plaza de los Restauradores,
que constituye un nexo de unión entre la Lisboa antigua y la ciudad
moderna. Desde aquí arranca la gran avenida da Liberdade, que
termina en la Rotunda o Plaza del Marqués de Pombal, dedicada al
artífice de la reconstrucción llevada a cabo tras el terremoto de 1755.
Más allá, está el gran Parque de Eduardo VII (para los de Vitoria
esto nos parece un mini parque). Por esta zona podremos ver la Praza de
don Pedro IV con unas impresionantes fuentes y de fondo se puede ver el
antiguo Palacio de la inquisición.
La Catedral
románica (cerca del Castillo, al empezar la colina este) está
reconstruida con esbeltas torres sobre la Iglesia de Santo Antonio,
erigida en el mismo lugar donde nació el santo. Lo más interesante de la
catedral es el Tesoro que conserva la llamada "Cruz Filipina" con
abundante pedrería y ricamente esmaltada en blanco y rojo. Finalmente el
Castillo de San Jorge, situado en lo alto de la colina, se encuentra
a continuación del barrio de la Alfama. La subida al castillo, a pesar
de ser bastante costosa, merece la pena sobre todo por las vistas que
desde allí se obtienen de toda Lisboa.Aunque ha sufrido varias
reconstrucciones y remodelaciones es el edificio más antiguo de Lisboa,
cuyos orígenes se remontan a la época preromana.
A pesar de estar
algo alejado del centro, el barrio de Belem conserva algunos de
los mejores
monumentos de la ciudad. El mejor lugar para iniciar el recorrido es la
Plaza de Alfonso de Alburquerque, donde se alza el Paço do Belém,
antiguo palacio de la Familia Real y actualmente se ubica el Museo de
los Coches perfectamente restaurados que pertenecieron a la familia
real. Sin ninguna duda, uno de los monumentos
más importantes de Lisboa es el Monasterio de los Jerónimos. Es
de estilo gótico tardío pero con algunos
motivos manuelinos y otros elementos del estilo plateresco. Destaca
principalmente el claustro y su
nave central
sostenida por finísimos pilares. No podemos dejar de destacar la
Torre de Belém, es el monumento más conocido de la ciudad construido
bajo el reinado de Manuel I y que en origen fue una de las prisiones más
importantes del país. También se debe hablar del monumento de los
descubridores. A mí, realmente es uno de los que más me gustó. Es de
mediados de este siglo y es inmensamente grande. Se intenta homenajear a
todos los personajes portugueses de la historia que contribuyeron al
descubrimiento de nuevos mundos.
Por último he de
destacar los puentes. Hay dos grandes puentes, el primero es el
puente 25 de Abril que está en del Barrio de Belem. Aunque aún más
colosal y moderno es el puente Vasco de Gama, el mayor de Europa.
En fin, os podía
seguir contando, pero tampoco es cuestión de contaros toda una semana de
turismo.
NOTA IMPORTANTE
PARA FUTUROS VIAJEROS: La mejor forma (y
también la más barata) para viajar por Lisboa es adquirir el Passe
Turístico. Con él se consigue un uso ilimitado de todos los
tranvías, elevadores, autobuses y metro. No se tiene que confundir con
el Passe Lisboa, mucho más caro y no válido para tranvías y elevadores.
El Passe Turístico puede adquirirse en las oficinas del Elevador de
Santa Justa, en la Praça da Figueira (detrás del Rossio) y en la
estación de metro de Restauradores. A pesar de todo, las cosas más
importantes que se pueden ver están relativamente cerca de la estación
de tren y de la Plaza del comercio (está a cinco minutos justos).
La zona en la que dormía: Estéril y zona (Cascais, Oeira…)
Debido a un tipo mediterráneo microclima, La costa de Estoril tiene
inviernos suaves y una temperatura ideal del verano que nunca consigue
demasiado caliente. En verano, se puede decir que es una zona muy
tranquila y un poco solitaria (sobre todo un poco por la noche, donde
solo hay un poco de fiesta en el Casino, al borde de la playa en los
chiringuitos y en una cosa que llaman los Portugueses, la Feria
artesanal). Está muy bien, y pese a que el agua es algo más fría que la
del mediterraneo, nunca te faltará un sitio donde poder poner tu toalla.
Para
poder llegar hasta la capital existen unos trenes de cercanías que por
un euro algo te dejan muy cerca del centro turístico de la capital. Hay
trenes desde las siete de la mañana hasta las once cada 15 minutos más o
menos. También existe un autobús cada hora, que va desde el autobús
hasta esta localidad.
Este pueblo de
Portugal de unos 16.000 habitantes está situado en la región de
Estremadoura (a un escupitajo de Lisboa, osease unos 15 kilómetros). La
estación de las villas, los parques y los hoteles de lujo con el encanto
de lo antiguo, y también de las modernas torres, de apartamentos, se
extiende en anfiteatro, frente al estuario
El litoral está preñado de gran belleza. Los paseos al borde
del mar quedan adornados por palmeras, palacetes románticos, jardines,
villas, terrazas solariegas y el Casino de Estoril, el mayor de
Europa. Además, como el clima es excepcionalmente agradable durante todo
el año, se incrementa la sensación general de bienestar. Tal vez por
ello, los ricos y famosos de todo el mundo no han dudado en hacer de la
Riviera su zona de residencia. Pero, además de ellos, la zona es también
famosa por ser lugar tradicional de refugio de monarcas destronados y
aristócratas que han escogido este lugar para disfrutar de su exilio. De
aquí proviene el glamour y el aire cosmopolita y sofisticado de
la zona
Cosas
que se pueden ver en Estoril y los pueblos pegados a parte de la playa:
La Ciudadela
-
fortaleza de Cascais. Del siglo XVI, fortaleza del siglo fue construida
para proteger la bahía de Cascais
Iglesia de los navegadores
(DOS Navegantes de Igreja). Esto es una iglesia barroca, con la forma
octagonal característica del período. Contiene las pinturas de los
santos portuguéss el patrón de marineros, St. Pedro Gonçalves y nuestra
señora de los navegadores
Palacio del
Marquies de Pombal
Este
palacio está en el viejo centro de ciudad histórico de Oeiras.
Construido en el décimo octavo siglo por el arquitecto húngaro Carlos
Mardel, los puntos principales del palacio del interés son sus azulejos.
Casino de Estoril y jardines El Casino de Estoril es el
más grande de Europa. Hay mucho hospitalidad aquí, incluyendo diversos
tipos de juego y cada noche el cabaret y el teatro de variedades
demuestra en una atmósfera sofisticada.
Boca haga el infierno
(Boca Del Infierno) Una mirada espectacular fuera del punto con un
mercado diario
pequeño de las artesanías (muy buenos precios, lo garantizo). Una vez
que doblamos el faro de Santa Marta, llegamos a la Boca del Infierno,
un cráter rocoso excavado en los acantilados y en el que entra el agua
del mar. En los días de fuerte marejada y temporal suroeste, la Boca
ruge cuando las olas rompen con extrema virulencia contra las paredes de
las grutas. Desde la balaustrada que hay sobre el acantilado se disfruta
de una formidable vista de las fauces del Infierno, una de esas imágenes
que nunca olvidas.
Recomendación: no os vayáis de Lisboa sin probar dos cosas: su
gastronomía y sobre todo un buen
Oporto. Para los que no sepan mucho de Oportos, se puede decir que es un
vino de postres, no de mesa como el rioja. Para que sea un buen Oporto,
debe valer un mínimo de 12 euros la botella (la calidad empieza a ser
buena), y luego dependiendo el año, puede llegar a valer hasta 400 (o
más si es muy rara y antigua).
También es muy muy
recomendable visitar Sintra, patrimonio de la Humanidad. Es precioso y
merece la pena esos tres cuartos de hora de viaje... |