Xaquín Lorenzo, Xocas |
Coiro galego / Etnografía
/ Xocas
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Ferramenta dos piliteiros, coireiros ou curtidores |
1 - coitelo de pelar |
......O curtido
precisa de grandes instalacións que senón atopan nas mans
de todos e dahí que falle o individuo que é, ó mesmo
tempo, obreiro e patrono. Polo xeral, o dono dun pelamio tén
ó seu mandado varios obreiros que son capaces de levar a cabo tódalas
tarefas do curtido mais que, coma non dispoñen de meios pra traballar
pola súa conta, fano a xornal pra un amo.
......Hoxe abondan pouco na nosa Terra os
estabrecimentos adicados á industria de que falamos, contándose
xa apenas en Lalín, Noia e Allariz, a algún dos que alude
a cantiga tan coñecida:
O crego de Vigo é xastre;
o de Cangas, mariñeiro;
o de Ourense, afiador
e o de Allariz, zapateiro.
xa que é corrente que á beira
dos curtidores frorezan os zapateiros.
......O toponímico consérvanos,
non embargantes, a lembranza das actividades dos pelamios noutros tempos.
Véxanse, en proba, os nomes de Pelamios (Ourense), Pía da
Casca (id.), Curtidos (Cruña), etc., moi correntes na Galiza, esí
coma os restos que aínda se atopan onda moitos ríos das
vellas instalacións.
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Segundo o Diccionario de Diccionarios do ILGA,
coireiro:
coiracheiro. Zurrador, que trata en cueros. El que zurra las pieles y
las curte. El que vende cueros.
cortido, cueros curtidos:
La preparación de los curtidos fué objeto de especiales
medidas por parte de los consejos de las ciudades y villas gallegas, para
corregir las deficiencias en el adobo de las pieles y lograr la mayor
bondad en los materiales para el calzado.
El ayuntamiento de Santiago, en las ordenanzas de 1569, dictó instrucciones
"de la manera que se han de cortir los cueros y que tiempo an de
estar y no saquen ni laben de otra manera", y dispuso que ningún
cortidor osase curtir los cueros sino sometiéndolos a las siguientes
operaciones: que en el pelambre en que los pelaren no los vuelvan a echar
en el agua después de pelados donde los pelares sino que alimpien
bien la pelambre y después le echen agua limpia y cal fresco, y
luego de bien revuelto echen allí los cueros y cada tercero día
los revuelvan, y después de hacer esto dos o tres veces les echen
más cal fresco hasta ser pelambrados, limpiándolos con agua
fresca y haciéndolos lavar de la cal dándole cinco o seis
manos, que después los echarán en las cubas donde los han
de goldrar (agitar), lavándolos de modo que saquen toda suciedad
y casca y agua que dentro estuviere; que en seguida los echen en otra
agua fresca y en casca fresca y bien molida, que sea de aquel día
y los goldren bien goldrados con sus palos, y echo esto los echen en los
pilos con casca fresca que sea molida de uno o dos días todo lo
demás, porque si es de más días no sólo no
hace provecho al cuero sino que lo daña; que entre cuero y cuero
se ha de echar una capa de casca de dos dedos de grueso, y así
permanecerán los cueros en invierno durante tres meses, pasados
los cuales se descubrirán y les echarán nueva casca fresca;
que en verano estarán dos meses de primera casca y uno de recasca,
no pudiéndose por ningún concepto sacar cuero alguno de
ningún pilo ni de otro cortimento, sin que antes sean reconocidos
por los veedores, para que digan si están curtidos en debida forma;
que si se sacaren algunos sin hallarse en esas condiciones, serán
decomisados con pérdida de ellos para los infractores: y que los
industriales que fueren contra estas medidas pagarán una cantidad
no menor de 600 maravedís y serán castigados con seis días
de cárcel.
Estos minuciosos y curiosos detalles que exhuma Pérez Costanti
en sus Notas viejas galicianas, demuestran la importancia que
se concedía en Galicia hace cerca de cuatro siglos al curtido de
las pieles como base del calzado. Actualmente hay fábricas de
curtidos en Betanzos, Pontedeume y Santiago.
Las hubo también en La Coruña, donde todavía se conserva
el sitio de los PELAMIOS y donde se apelambran las pieles o cueros, y
hay además la calle de Cortaduría, en la que quizá
estuviesen los CORTIDORES.
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