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Roberto Clemente, su vida...
DODGERS
ENGAÑARON A ROBERTO CLEMENTE El
contrato que Roberto Clemente firmó con los Dodgers el 19 de febrero de
1954, días antes del comienzo de los entrenamientos, fue considerado
siempre por él un engaño. Le dieron 10 mil dólares por la firma y cinco
mil más por la temporada. Y la negociación era para las menores. Es
decir, para Montreal, donde funcionaba el club Triple A, en vez de
Brooklyn, donde estaba el equipo grande. Desde
esos primeros días de sus relaciones, los Dodgers no fueron claros con
Roberto. Años después él comprendió como lo habían engañado. Varias
veces le oí decir...: “La gente de los Dodgers me dijo que recibir un
bono grande no era bueno para mi, y que otros jugadores se habían
arrepentido de aceptarlos. Que era mejor cobrar poco dinero y tratar de salir adelante por si mismo... Eso lo
comprendía yo. Pero tampoco tenía otra explicación a mano.
Evidentemente se habían enterado de que los Bravos me querían pagar
cuatro veces más por mi firma, cuarenta mil dólares”. Por
otra parte, Al Campanis, quien ese año estaba dirigiendo en la pelota
cubana, sugirió que firmaran a Roberto para Grandes Ligas, “porque en
caso contrario lo vamos a perder”. La regla aprobada a partir de ese año
54, establecía que todo jugador firmado con bono mayor a los cuatro mil dólares,
debía permanecer la temporada en Grandes Ligas. Y en caso de ser enviado
a las menores, no podían subirlo en todo el año, y al final de la campaña
quedaba disponible para ser adquirido en el draft por el mínimo de cuatro
mil dólares. Con
todo y eso, Roberto fue mandado a Montreal por el Vicepresidente de los
Dodgers, Buzzie Bavasi, quien además dio al manager Max Macon, unas
complicadas órdenes...: “A Roberto Clemente debemos ocultarlo de los
scouts de las demás organizaciones. Así que mantenlo fuera de juego lo más
posible. Sin embargo, hace falta que juegue para que se desarrolle”. Por
supuesto que Clemente ignoraba toda esa conspiración. Así que no podía
explicarse el vía crucis a que lo sometían. Aun se cree que los Dodgers
no querían más negros en su roster. Habían
sido los primeros del Siglo en las Mayores con un negro, cuando en
1947 contrataron a Jackie Robinson. Siete años después, además de
Robinson, tenían a Roy Campanella, Júnior Gilliam, Dan Blankhead, Don
Newcombe y Joe Black. Tenían
cómo abrirle un sitio a Clemente entre los outfielders. Porque los eran
Duke Snider, Carl Furillo y Robinson. Podían haber enviado a Robinson al
infield como lo hicieron más tarde. Pero
bueno, el hombre estaba en las menores. Durante la primera semana de
aquella temporada del 54, disparó un jonrón de más de 400 pies por el
leftfield del Delorimier Downs Stadium de Montreal. Fue el primero en la
historia en sacar la pelota por ese rumbo. Era muy difícil hacerlo porque
el viento siempre estaba contra los
bateadores, lo que hacía casi imposible la hazaña. Al
día siguiente, mientras los periódicos de la ciudad y sus alrededores
ponderaban sus habilidades, Clemente se encontró sentado en el banco. Ocurrió
entonces, que una semana después, cuando los Royals jugaban contra el
Richmond, Roberto estaba en la alineación. En el primer inning
llenaron las bases y le tocaba a él su
primer turno. ¡Increíble!, pero el manager lo llamó cuando se
dirigía a home para mandar un
emergente. Dos
días más tarde, Clemente despachó tres triples en sus cuatro turnos. Y
en el juego que siguió, no lo alinearon. La
desesperación llevó al muchacho a enfrentarse con el manager Macon en su
oficina...: “Todo lo que hago” oyó como respuesta “es lo mejor para
un joven novato que juega en las menores”. Los
outfielder de todos los días con los
Royals de Montreal eran el cubano Edmundo (Sandy) Amorós, Gino Cimoli y
Dick Whitman. A
esas calamidades en el terreno de juego, se agregó a Clemente la
discriminación. Una tarde en Richmond, quiso entrar al mismo restaurant a
donde iban otros compañeros de equipo, y le dijeron que allí no atendían
negros. Fue el primero de los muchos impactos de este tipo que sufrió en
su vida. Eran los días cuando aún se podía imponer tal prohibición sin
peligro legal. Una
tarde Roberto Clemente entró en crisis, y dispuso irse a su casa. El
scout de los Piratas Howie Haak, a quien habían mandado para observarlo,
le dijo que si se iba lo suspenderían, y no podrían adquirirlo en
Pittsburgh. Le pidió que soportara hasta el final de la temporada, y le
garantizó que los Piratas lo alinearían como rightfield regular
del club grande.
Ver también: Roberto
Clemente (Biografía)
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