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Roberto Clemente, su vida...
HABLA EL BATE DE ROBERTO Y OBLIGA A QUE LO
UTILICEN
“Roberto
Clemente actuaba como intermediario entre los peloteros latinoamericanos
de los Piratas y la administración de equipo. Si un jugador
latinoamericano tenía algo de qué quejarse, Roberto trataba de resolver
la situación acercándose a alguno de los ejecutivos. Y también
aconsejaba a menudo a los peloteros jóvenes, en un intento por evitarles
los sufrimientos por los cuales él había pasado”... Bruce Markusen. Cuando
Clemente llegó a Port Myers, Florida, en la primavera de 1955, para su
primer spring training con los Piratas, se encontró con que no tenía
posición segura. El manager Fred Haney había dispuesto que Frank Thomas
sería su leftfielder; en el centerfielder se combinarían Tom Saffell y
Earl Smith; y en el rightfielder, jugaría contra lanzadores derechos el
bateador zurdo mexicano Felipe (El Clipper) Montemayor, y frente a
lanzadores zurdos Roberto. Es decir, estaba destinado a consumir pocos
turnos, ya que los zurdos son siempre, más o menos una tercera parte del
pitcheo. El
Clipper había demostrado ser un bateador consistente en triple A, porque
con el club de New Orleans había terminado con 309 de promedio, mientras
que Clemente era aún una incógnita, debido a la poca oportunidad
recibida en Montreal. Además,
el cubano Román Mejías era otro notable outfielder de los Piratas,
porque había bateado para 355 en 45 turnos durante los entrenamientos del
año anterior. Y después terminó con ese mismo promedio en las menores,
por donde había tenido seguidilla de 55 juegos con incogibles. “Era
necesario luchar para ganarme el derecho a jugar todos los días” leo
ahora en una entrevista que le hice a Roberto en 1971, recordando aquellos
días de sus inicios arriba, “pero me preocupaba que la batalla era
contra dos de los míos, de habla hispana. Además, ellos me caían muy
bien, porque El Clipper era muy chistoso. Una tarde me dijo....: ‘Si se
te ocurre estar bateando más que yo, te voy a secuestrar y te mando a
Monterrey’...porque él es de esa ciudad... Y Mejías era un espectáculo
constante por sus dicharachos cubanos, ‘en el tibiri-tábara’, ; ‘él
mismito se mató’, y otros por el estilo. “Pero
entonces me dije...: “Bueno, ellos son buenos peloteros, así que si no
pueden quedarse aquí, seguramente serán solicitados por otro club”. Pero
en la tarde inaugural, aún cuando el lanzador era zurdo, Clemente no
estaba en la alineación. Aparecía Mejías colocado en el tercer puesto
del orden al bate. Conectó un hit en tres turnos. Para mayores
calamidades jugaban en Brooklyn, frente a los Dodgers, el equipo al cual lógicamente,
Roberto deseaba vencer más que a cualquier otro. En el segundo juego, Mejías
disparó otro hit en cuatro viajes. Y en el tercero, ninguno en otros
cuatro. El boricua y Montemayor permanecieron todo el tiempo en el banco
durante esas tres derrotas de los Piratas. Pero
el 17 de abril había doble-juego dominical, para inaugurar en el Forbes
Field de Pittsburgh, a donde entonces estaban de visita los Dodgers. Y a
las 10 de la mañana ya la alineación para el primer encuentro se veía
en el dogout con el nombre de Roberto Clemente en el tercer lugar y como
rightfielder. El lanzador por Brooklyn era el zurdo Johnny Podres. El
primer turno de Roberto surgió después que Earl Smith y Genne Freese
fueron fáciles outs. Podres le tiró una de sus famosas curvas, la cual
pasó sobre la esquina de afuera. La cuenta por eso era cero y uno.
Entonces tiró la recta, igualmente afuera, pero fuera de la zona. Una y
uno. Aparentemente quiso sorprenderlo con curva en la esquina de adentro.
Clemente movió rápido el bate y salió un roletazo violento entre
tercera y short. El shorstop, Pee Wee Reese se tiró de cabeza, engarzó a
guante volteado, se reincorporó tan pronto como pudo, y puso el tiro a la
altura de las rodillas del Gil Hodges, el primera base. Lo único malo
para los Dodgers era que el hombre corría..., y ya había llegado a la
base. Había
sido el primero de los tres mil incogibles de Clemente. La primera
demostración también de que tenía con que jugar en las Grandes Ligas.
Además, minutos después, anotó desde primera con triple del cuarto bate
Frank Thomas. No obstante, los Piratas perdieron 10-3. Pero el manager
Haney puso a Clemente en la acción del segundo juego, aun cuando el
abridor por el Brooklyn era el derecho Clem Labine. Siguió de tercer
bate, pero en el centerfield, con Montemayor en el rightfielder entonces.
Ver también: Roberto
Clemente (Biografía)
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