|
|
Clemente impartiendo conocimientos en su
tierra natal
|
TRAGICA MUERTE:
UNA MEDIA DE CLEMENTE LO ÚNICO QUE APARECIÓ
“Roberto
siempre decía que iba a morir muy joven, muy joven”...Vera Clemente.-
Roberto
Clemente no hubiera intentado nunca aquel viaje.
Pero...
de pronto, Nicaragua le envió un SOS, clamando por azúcar y más
medicinas. ¡¿Como decir que no?!. Clemente nunca dijo no en estos casos.
Adquirió él mismo la mayor parte de lo que le pedían, y recogió también
algunas nuevas donaciones. Consiguió un avión de propela. DC-7, que haría
el vuelo por cuatro mil dólares, precio elevado, de acuerdo con lo que
había cobrado el otro aparato. Pero se trataba de un vuelo el 30 de
diciembre, primera fecha que fijaron.
Un
detalle más que llevó a Clemente a disponer ese viaje ...: Se enteró de
que mucha de la ayuda enviada no llegaba a los damnificados, porque se la
cogían los militares somocistas en Nicaragua. Su furia por tal injusticia
culminó con la decisión de ir personalmente a hacer la nueva entrega, y
a investigar lo denunciado.
Manuel
(Manny) Sanguillen, amigo de Roberto, receptor de los Piratas y quien
jugaba en campeonato invernal puertorriqueño, iba a acompañar a
Clemente. Pero cuando iba al aeropuerto aquel 30 de diciembre se le dañó
el automóvil. Nunca llegó. Entre tanto, Clemente y la tripulación
encontraban algunos inconvenientes también con el funcionamiento del avión,
y tuvieron que posponer el vuelo para la madrugada siguiente, a las
cuatro.
Nuevas
dificultades mecánicas obligaron a un nuevo cambio de hora para la
partida...: cinco de la tarde del 31.
Cuando
Sanguillen se enteró de la posposición, le prometió nuevamente a
Roberto que le acompañaría. Sin embargo, al disponerse a salir de su
apartamento no encontró las llaves del automóvil.
Él y su esposa estuvieron buscándolas durante cerca de dos horas.
Cuando las encontraron, en cierto sitio donde el mismo Sanguillen las había
puesto él pensó que era muy tarde ya, y se resigno a no ir.
En
el aeropuerto Roberto esperaba que la maquina funcionara del todo bien
para emprender el viaje. La tripulación y unos mecánicos trabajaban. Las
horas seguían su marcha.... Anochecía en la noche de Año Nuevo.
Quizá
Clemente recordaría durante esa espera las palabras del mayor de sus tres
hijos niños, Robertico...: “Papá... No vayas a Nicaragua. Ese avión
no va a llegar allá”... Se supo después de esta infantil premonición,
porque el muchachito también se lo dijo a su abuela, la mamá de Vera,
quien lo contó después. Robertico había agregado entonces...: “Llama
a mamá para que le diga que no vaya”. El aparato rodó por la pista del
aeropuerto de la capital puertorriqueña, y levantó su vuelo a las 9: 20
de la noche.
Abordo
iba el presidente de la empresa propietaria de avión, Arturo Rivera, el
piloto Jerry Hill, el ingeniero de vuelo Francisco Matías, y un amigo de
Roberto llamado Rafael Lozano. Llevaban ocho toneladas de auxilios.
Un
empleado del aeropuerto, llamado José Antonio París, cuenta...: Me
pareció ver y oír que uno de los motores vibraba mucho, realmente en
exceso, cuando tomaban vuelo. Apenas estaban en el aire se incendió ese
motor. El piloto trató de regresar, e intentó un viraje a la
izquierda... Pero no lo pudo lograr. Hubo una explosión primeramente.
Después otras tres seguidas. Y desaparecieron”.
El
DC-7 cayó al océano, a más de dos kilómetros de la costa, a las 9:23.
Más nunca se supo de los cinco viajeros. Solamente se encontraron algunos
restos del avión y de los equipajes, como los anteojos del piloto y una
media de Roberto.
Vera
Clemente, quien había ido al aeropuerto a despedir a su esposo, y lo
suponía ya en Managua, se enteró de la tragedia al comenzar el año
nuevo ‘73, a las 12:30 de la noche., cuando la llamó un familiar que
había oído la noticia por radio.
“Estuve
más de una hora diciéndome que no podía ser, que a esas horas ya estarían
en Nicaragua”, recuerda ella.
Después
supo lo que nunca supo Roberto Clemente...: El dueño del avión, Arturo
Rivera, había realizado 66 vuelos ilegales, por lo que trataban de
suspenderle la licencia definitivamente... El ingeniero Francisco Matías,
no estaba entrenado para volar este tipo de aparato... El avión tenía
cuatro mil libras de sobrecarga mal distribuida, y además, había sufrido
varios accidentes, la mayoría tratando de levantar vuelo.
|
Sello postal en su memoria |
Ver también: Roberto
Clemente (Biografía)
Roberto
Clemente W. "El Angel Pirata"
Puerto
Rico Perfil: Roberto Clemente
Roberto Clemente, un pirata especial
"El
Pelotero" On
Line |
Béisbol en Ecuador y el mundo:
Historia, biografías, noticias, reportajes, entrevistas.
Reglamentos del béisbol. |