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Estilos de dormir en Metro
Cuando uno viaja en los metros de las grandes ciudades puede observar cómo much@s de l@s viajer@s aprovechan el trayecto para echar una cabezadita.
En el caso de la ciudad de México l@s chilang@s también son aficionad@s a dormitar en los vagones del metro. En mis viajes en metro he tenido oportunidad de escuchar hasta ronquidos.
José Fuentes se detuvo a observar las diferentes posturas que adopta el personal para entregarse a los brazos de Morfeo y en el siguiente artículo nos ofrece un muestrario de las más comunes.
(...) "El saber dormir en Metro es todo un arte. Se requiere cansancio, concentración y confianza de que no lo van a robar; estas son pues las tres "C" necesarias que le permitirán tener un día más rendidor. He aquí un muestrario de los estilos más comunes de dormir en Metro:
- DE AGUILITA. Si tiene brazos fuertes y va bien recargado en otros cuerpos, usted puede sujetarse de los barrotes de acero inoxidable -como si fuera Cristo- y dormir buen rato, por lo menos, lo suficiente como para que no le pregunten qué hizo en la madrugada y el por qué de ese chupete y esas ojeras.
- DE SARGENTO. Esta posición la pueden utilizar quienes tienen un cuello lo suficientemente rígido como para permanecer firme hasta el próximo frenón violento que nos encara con la vileza urbana. La desventaja es que este sueño de sargento no permite el nivel MOR (es decir, el sueño de Movimientos Oculares Rápidos).
- ROMÁNTICA. Esta es una de las posiciones más frecuentes. Consiste en inclinar la cabeza hacia un lado, meter las manos en medio de las piernas (por supuesto que las suyas) e imaginar que está tranquilamente en una banquita de Chapultepec con quien usted más desee.
- POSICIÓN FETAL. Esta se puede dar cuando no hay demasiada gente que le impida inclinarse hacia el frente, de tal suerte que su cabeza llegue casi a tocar las rodillas. Este tipo de posiciones se ven frecuentemente en los asientos solitarios del rincón del convoy. Su desventaja radica, también, en los frenones, ya que usted no está sujetado de ningún lugar, excepto de sus fantasías prenatales -si es que las hay.
- DE BORRACHO. Usted pone un brazo sobre el barrote de al lado, sin importarle que alguien pudiera presionarlo con sus nalgas al recargarse. El otro brazo lo acomoda encima de su pierna, extiende sus pies hacia adelante (también sin importarle que lo pudieran pisar) y echa la cabeza hacia atrás. Esta es una posición muy útil, ya que la curvatura de la axila que encaja muy bien en el barrote le permite una mayor adherencia en las frenadas inesperadas."