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La isla de las muñecasPoc@s de l@s turistas que pasean a bordo de las trajineras de Xochomilco conocen la historia de don Julián Santana y sus muñecas. Este señor, hoy ya muerto, se dedicó a coleccionar las muñecas rescatadas de los canales y colocarlas a modo de frutos en los árboles cercanos a su casa, proporcionando a ese lugar un toque mágico. "En 1987 Xochimilco fue declarado Patrimonio Nacional, y los antiguos canales, convertidos en plantíos, o sencillamente atiborrados de escombros durante años, fueron reabiertos, sacando a la luz toneladas de plástico. Este basural no contenía vestigios "ancestrales". No había vasijas de arcilla o ídolos esculpidos. Lo que se halló fue una arqueología de botellas y piezas rotas de muñecas de plástico. Cuando los ingenieros drenaron los canales, emergieron a la superficie fémures de muñecas Elizabeth, tibias de Emy, y pares de piernas de muñecas Juanita Pérez. En ese cementerio de juguetes aparecieron cabezas sin ojos de Barbies y Lily Leyds con el cabello enmarañado de colores amarillo, anaranjado y rojo. Aparecieron estómagos de muñecas Flor con el ombligo semejante a un ojo y muñecas sin una pierna. Había incluso una muñeca española Pirula vestida de rojo, cuyos ojos, enmarcados en negras pestañas, se abrían y cerraban todavía. Don Julián Santana, quien vive al lado de los canales, ha coleccionado algunas de estas muñecas que, hasta el día de hoy continúan flotando en la superficie, o que son sacadas a la luz por los largos remos de las chalupas. Los árboles que circundan la casa de don Julián están cubiertos con una cornucopia de cabezas, brazos, piernas y pies de muñecas. De algunas ramas cuelgan manos rosas y gordezuelas. Se trata de un nuevo tipo de árbol con una profunda tristeza rosa, una cosecha de plástico coexistiendo entre garzas, patos, salamandras y ranas, y yaciendo bajo las imponentes vistas de los volcanes, las carreteras y los enormes carteles publicitarios"
Jennifer Clement
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